Lo imposible, solo tarda un poco más

domingo, 22 de abril de 2012

Te quiero.

Dos palabras. Ocho letras. Nunca nos hemos parado a pensar en lo mal que suenan, dos palabras y ocho letras, cuando nadie quiere escucharlas. Al final siempre el final, pero nada se acaba, si ni siquiera se ha empezado aún. Para sacar el primer clavo el segundo debe hacer un agujero todavía más grande. El cuento de nunca acabar, aun que todo se acaba cuando empieza lo mejor, al final, siempre el final. Tú pide, que yo te voy a complacer. ZAS! en toda la boca. Baja un segundo la guardia, es lo que están esperando. No lo olvides, aquí tonto no es el último, si no el que se deja engañar. El mundo es una gran mentira. Un día te levantas y caes en la cuenta de que no han echo más que engañarte. Nadie ha movido un solo dedo por ti. Nadie ha abierto los ojos. Lo has echo tú, sola. Ahora las cosas son muy distintas. Porque antes era antes. Ahora qué? Ahora ya empieza a sonar mal. Dos palabras, ocho letras. Al final; siempre el final.

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